Ana Karina Santos. El hecho de pintar en propiedades públicas y no develar su identidad jugaron en contra del artista callejero británico Banksy, quien acaba de perder una batalla legal por los derechos de una de sus obras más famosas.
Se trata del grafiti pintado en un muro en Jerusalén en el año 2005 que representa a un manifestante que lanza un ramo de flores, y que precisamente ha sido utilizado por la empresa británica Full Colour Black desde hace varios años.
Dicha compañía ganó el litigio al artista ante la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea dado que el creativo nunca se había mostrado interesado en los derechos de sus piezas. Ante tal revés judicial Banksy reseñó que «los derechos de autor son para los fracasados».
Como se recordará, en el año 2014 Banksy efectuó la solicitud de una marca comercial para amparar sus trabajos pero Full Color Black señaló que el artista no deseaba utilizarla con fines comerciales o de marca.
Destaca además que el controvertido artista social abrió una tienda para poner en venta versiones de sus obras «con el único propósito de cumplir con las categorías de marca».
